El hombre como ser tripartito (1
Tesalonicenses 5:23).

Las partes del cuerpo son tres: cabeza, tórax y extremidades. Su función es tener relación con todas las cosas concretas.
A- El Cuerpo:*El cuerpo, es la parte exterior del ser humano,
Es lo que sirve de casa a nuestra parte psíquica, que es: (alma y espíritu).
Dios lo creó (Génesis 2:7) del polvo de la
tierra, de lo concreto para que el hombre se relacionara con la creación
concreta.
Cabeza: es la parte
superior del cuerpo humano que se encuentra unida al tronco por medio del
cuello, en ella está contenido el cerebro. El cual nos ayuda a
manejar el cuerpo, y manifestar lo psíquico. (Alma y Espíritu).
cuello (del latín Collum) es el área de
transición entre el cráneo —por arriba—, el tronco y las extremidades superiores —por debajo—.
Extremidades o miembros a los órganos externos, articulados con el tronco, que cumplen funciones de locomoción, vuelo o manipulación de objetos en los animales.
B-
El Alma:

*El alma es el elemento espiritual (yo) que acciona en el hombre. Se usa como pronombre personal en el A.T y N.T. Es la parte más importante del individuo como ser.
Las partes del alma son:
1.
Mente: Parte de nuestra
alma que se utiliza como archivo de todo aprendizaje y conocimiento.
Con la mente:
a. Adquirimos conocimiento- Proverbios 2:10; 19:2; 24; 14.
b. Sabemos- Salmos 139:14.
c. Recibimos consejos- Salmos 13:2.
d. Retemos- Lamentaciones 3:20.
La Biblia nos enseña a poseer la mente de Cristo. Para poder estar en capacidad de pensar bien (1 Corintios 2:16; Filipenses 4:8).
2. Voluntad: Es la parte de nuestra alma que nos permite tomar decisiones. Dios no interfiere en ella, por ser parte de nuestra personalidad. Dios tiene la suya propia (Hebreos 10:38).
Con la voluntad:
a. Queremos o escogemos- Job 7:15.
b. Rechazamos- Job 6:7; Mateo 16:25.
c. Tomamos de decisiones- Números 30:2.
d. Buscamos- Mateo 16:25.
Jesús enseñó que un nacido de Dios está bajo su voluntad (Lucas 11:2) y en la enseñanza general de la Biblia comprobamos que para la voluntad funcionar bien tiene que estar sometida a Dios (Efesios 6:6; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:6-7).
3. Emociones: Las emociones son las manifestaciones exteriores tanto de la mente como de la voluntad. Fue la parte primordial que Satanás flexibilidad de Eva para lograr la caída (2 Corintios 11:3).
Con las emociones:
a. Amamos- 1 Samuel 18:1; Catares 1:7; Salmos 42:1.
b. Odiamos- Salmos 107:18-25; Samuel 5:8.
c. Nos gozamos – Isaías 61:10; Salmos 86:4.
d. Nos afligimos- Jueces 10:16; 1 Samuel 130:6
e. Deseamos- 1 Samuel 20:4; Ezequiel 2:25.
La Biblia enseña que Jesús a través de su muerte hizo posibles que toda condición emotiva fuera sanada, para que emotivamente fuéramos guiados en el sentir de Dios.
Con la mente:
a. Adquirimos conocimiento- Proverbios 2:10; 19:2; 24; 14.
b. Sabemos- Salmos 139:14.
c. Recibimos consejos- Salmos 13:2.
d. Retemos- Lamentaciones 3:20.
La Biblia nos enseña a poseer la mente de Cristo. Para poder estar en capacidad de pensar bien (1 Corintios 2:16; Filipenses 4:8).
2. Voluntad: Es la parte de nuestra alma que nos permite tomar decisiones. Dios no interfiere en ella, por ser parte de nuestra personalidad. Dios tiene la suya propia (Hebreos 10:38).
Con la voluntad:
a. Queremos o escogemos- Job 7:15.
b. Rechazamos- Job 6:7; Mateo 16:25.
c. Tomamos de decisiones- Números 30:2.
d. Buscamos- Mateo 16:25.
Jesús enseñó que un nacido de Dios está bajo su voluntad (Lucas 11:2) y en la enseñanza general de la Biblia comprobamos que para la voluntad funcionar bien tiene que estar sometida a Dios (Efesios 6:6; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:6-7).
3. Emociones: Las emociones son las manifestaciones exteriores tanto de la mente como de la voluntad. Fue la parte primordial que Satanás flexibilidad de Eva para lograr la caída (2 Corintios 11:3).
Con las emociones:
a. Amamos- 1 Samuel 18:1; Catares 1:7; Salmos 42:1.
b. Odiamos- Salmos 107:18-25; Samuel 5:8.
c. Nos gozamos – Isaías 61:10; Salmos 86:4.
d. Nos afligimos- Jueces 10:16; 1 Samuel 130:6
e. Deseamos- 1 Samuel 20:4; Ezequiel 2:25.
La Biblia enseña que Jesús a través de su muerte hizo posibles que toda condición emotiva fuera sanada, para que emotivamente fuéramos guiados en el sentir de Dios.
C. El espíritu:
* El espíritu es el soplo depositado en el hombre por Dios (Génesis 2:7) para que en esta parte se relacionase con su creador.
El orden de Dios para la Iglesia establece que la Adoración debe de ser en espíritu. Por esta razón cuando el creyente adora tiene que entrar en función, cada uno de los elementos que componen el espíritu. Según lo que dice Jesús en Juan 4:22-24, Dios toma en cuenta no donde adoramos sino como adoramos. Entendemos por la objetividad de la palabra que las partes del espíritu humano tienen que estar ejercitada y entrar en función para poder adorar, según la voluntad de Dios.
Las partes del espíritu son:
1. Conciencia: es el sentimiento que discierne; distingue lo bueno y lo malo. Sin embargo, no lo hace por medio de la influencia del conocimiento almacenado en la mente, sino con un espontaneo juicio directo. A menudo nuestra conciencia juzga (Romanos 8:16; 9:1; 1 Corintios 5:3)………….
2. Comunión: es la condición de relación con Dios. No podemos percibir a Dios con nuestros pensamientos, sentimientos o intenciones, porque únicamente podemos conocerle directamente en nuestro espíritu.
Nuestra
adoración a Dios y la comunicación de Dios con nosotros se llevan a cabo
directamente en el espíritu. Tiene lugar en el hombre “interior” (Lucas 1:47;
Romanos 1:9).
3.
Intuición: es el elemento sensitivo del espíritu humano. Es muy diferente
del sentido físico y del sentido anímico.
La intuición conlleva una sensibilidad directa
independiente de cualquier influencia exterior. Ese conocimiento que nos llega
sin ninguna ayuda del pensamiento la emoción o la voluntad. “Sabemos” por medio
de nuestra intuición (alcanzamos conocimiento sin necesidad de razonarlo) y
nuestra mente nos ayuda a comprender. Las revelaciones de Dios y todos los
movimientos del Espíritu Santo son perceptibles para el creyente a través de la
intuición. En consecuencia un creyente debe tener en cuenta estos elementos; la
voz de la conciencia y la enseñanza de la intuición (1 Corintios 2:11; 16:18; 2
Corintios 7:13; Mateo 2:8).
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